sábado, 27 de marzo de 2010

La Reciprocidad y la Redistribución en el Tahuantinsuyo

Antes de la llegada de los europeos, las sociedades andinas estuvieron estructuradas bajo una organización económica en donde se encontraba ausente el sistema monetario, en este sentido toda actividad laboral se centraba en lo que llamamos Reciprocidad y Redistribución.
Con la palabra reciprocidad hacemos referencia a la ayuda mutua que se daba entre individuos, ya sea a nivel de ayllus, comunidades o de éstos a favor del Estado (gobernantes). La etnografía dirá que es “el intercambio de bienes en sociedades sin economías monetarias”;algunos historiadores la definirán como “el intercambio de regalos o, la obligación de dar, recibir y devolver”; pero lo verdadero es que la reciprocidad en las sociedades prehispánicas se manifestó a través de tres niveles de interacción , lo que nosotros hemos estudiado en nuestra educación secundaria como “Formas de trabajo”: Ayni, Minka y Mita; las dos primeras aún subsisten en las comunidades campesinas
El Ayni, era el intercambio recíproco de la fuerza de trabajo entre los miembros de una familia o ayllu, es decir entre parientes. En donde el beneficiado estaba obligado en otra oportunidad a trabajar por los demás miembros. Especialmente se realizaba en las tareas agrícolas o en la construcción de casas, es conocido también como “reciprocidad simétrica”.
La Minka -que en quechua podría traducirse como “ayuda reciproca”- era la prestación de trabajo que realizaban todos los individuos de las familias o ayllus, para realizar tareas de interés colectivo. En pocas palabras era el “Trabajo comunal”, en donde quien no trabajaba era castigado o desterrado de la comunidad, mediante este sistema se realizaba la construcción de caminos, puentes, la limpieza de las acequias, etc. en un ambiente de fiesta en donde se bailaba y se tomaba chicha mientras se trabajaba, todo dirigido por el curaca, es conocido también como reciprocidad asimétrica.
Por último la Mita, que en quechua significa “Turno”, era el trabajo por turnos y obligatorio en que participaban todos los ayllus de las comunidades y en beneficio del Estado (gobernantes, sacerdotes y nobles) el cual controlaba el trabajo, las mujeres no participaban, solamente los hombres entre los 18 a 50 años de edad los cuales eran denominados “Mitanis” o “mitayos” ,el trabajo duraba entre 10 a 12 horas diarias y se realizaba también en un ambiente de festividad. La mita se daba tanto en la ganadería, en obras públicas (construcciones que hasta hoy perduran y son nuestro patrimonio nacional); artesanal y en especial la mita minera, la cual fue retomada por los españoles siendo el sistema de trabajo en donde se diezmó una gran cantidad de la población indígena durante la colonia.
¿Qué sucedía con el excedente de la mita que obtenía el Estado o las capas gobernantes?, pues se realizaba la redistribución esto es, “se reasignaba los productos y bienes obtenidos como tributos... entre los pueblos, grupos y sectores de la población”. Era pues la devolución de una parte de lo obtenido lo cual no era siempre igualitario, pues con este sistema se buscaba premiar a aquellas comunidades(curacas y pueblos propiamente) que habían trabajado bien y producido más, inclusive otorgándoles más tierras. La redistribución fue respetada en el mundo andino pues el Zapainca (Inca) y toda la burocracia estatal eran reconocidos como las principales autoridades y dueños de todo lo existente, especialmente de los medios de producción.

Pedro P. Soto Canales
Profesor de Historia del Perù
Universidad Católica Sedes Sapientiae

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