Para el año de 1919 se dan las elecciones presidenciales, siendo los candidatos más ovacionados, José Pardo y Augusto B. Leguía. Al realizarse las elecciones se dio un fraude a favor de Leguía, ante dicha situación el Congreso de la República estudió la posibilidad de anular las elecciones y elegir al presidente.
Para ello Leguía da un golpe de Estado el 4 de julio de 1919, apoyado por el coronel Gerardo Álvarez, entre las principales acciones estuvieron: se toma preso a José Pardo y es deportado a Europa, Leguía toma la presidencia en forma provisional, disuelve el Congreso de la República y forma un nuevo congreso llamado “La Asamblea Nacional”, la que a su vez lo elige presidente constitucional el 2 de octubre de 1919.
A este segundo gobierno de Leguía nosotros lo conocemos como el “Oncenio”, por el tiempo que corresponde a su presidencia (1919-1930). Pero Leguía lo denominó en su momento como el gobierno de la “Patria Nueva”, la cual se caracterizaba por ser una dictadura, inclusive formó su propio partido político denominado “Leguiísmo”.
En el plano político, se produce la penetración de capitales norteamericanos en forma de emprésitos creando una bonanza pasajera, se crea el banco de la Reserva, el Banco Central Hipotecario, se crea el estanco del alcohol, naipes y fósforos.
Las obras públicas, tuvieron como punto de motivación la celebración del centenario de la independencia del Perú (1821-1921), para ello el gobierno modernizó la ciudad capital (Plaza San Martín, Palacio Arzobispal, la avenida progreso, hoy Venezuela y la Unión, hoy Argentina; etc.), como también recibió regalos y donaciones de diversos países (los alemanes obsequiaron la torre del reloj del parque universitario; los italianos el edificio para el Museo de Arte Italiano; los ingleses el antiguo estadio de madera; los japoneses el monumento a Manco Cápac en la Victoria; los chinos una fuente en el parque de la Reserva; los belgas un monumento al trabajo; los franceses una estatua a la libertad, los españoles un arco morisco, etc.
Aunque se dieron también obras fuera de la ciudad capital, fueron muy pocas, así tenemos las obras de irrigación en Cañete, Lambayeque y Arequipa. Hay que considerar de manera especial, la Ley de “Conscripción Vial” otorgada durante su gobierno, la cual tenía como objetivo la construcción de diversas carreteras en el país. Según dicha ley, todo ciudadano entre los 18 a 60 años, se encontraba obligado a trabajar entre 6 a 12 días al año en la construcción de carreteras, lamentablemente dicha ley terminó siendo basa de una gran explotación indígena.
Acciones negativas en el gobierno del Oncenio, se dieron en lo que concierne al aspecto internacional.
Se produce la solución del problema de la Brea y Pariñas, siendo este arreglo perjudicial para el Perú. La explotación del petróleo por parte de la London Pacific pasó a manos de la Internacional Petroleum Compay, mediante el Laudo de Paris (1924).
Se firma el Tratado Salomón - Lozano (1922), siendo de carácter de secreto, en donde el Perú entregó a Colombia 120,272 Km. Cuadrados (Trapecio Amazónico) y Colombia nos da el Triángulo de los Sucumbios, el cual pasa a poder de Ecuador en 1942.
Se firma además el Tratado Rada – Figueroa (1929), por el cual se pierde Arica de manera injustificada, ya que no se hizo el plebiscito y lo único que se logró fue recuperar Tacna, además Perú recibía por tal situación, seis millones de dólares por parte de Chile.
Durante el Oncenio también surge la preocupación por el campesino, es así como el gobierno y mediante la Constitución de 1920, reconoce a las “Comunidades campesinas” y presenta como tarea del Estado la protección de la raza indígena. Además cabe mencionar que en dicho período comienza a darse el movimiento cultural “Indigenista”, de manera especial en la UNMSM. específicamente en Artes, Literatura, Historia, pero de manera especial en Arqueología, personaje clave es el Dr. Julio Cesar Tello Rojas, quien había descubierto académicamente a la Cultura Chavín (1919), sustentando la teoría que la cultura nació y se desarrolló en nuestro territorio.
Para finalizar cabe mencionar, que además en el Oncenio aparecen los primeros Partidos Políticos de masas. El primero en aparecer fue el Partido Socialistas (1928), bajo la figura de José Carlos Mariategui; el cual estaba conformado por gente obrera y proletariado, el cual luchaba contra el capitalismo extranjero, que se hacia presente gracias al gobierno de Leguia, la principal obra del fundador de este partido es sus “Siete Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana”. El segundo partido fue la Alianza Popular Revolucionaria Peruana – APRA, que aunque había nacido en 1924 en México, institucionalmente en el Perú se presenta en el año de 1930, su fundador fue el trujillano Haya de la Torre, partido que estaba compuesto por campesinos, obreros, intelectuales y clase media, la obra principal del fundador es “El Anti imperialismo y el APRA”.
Durante el Oncenio, las Constituciones formaron parte de la justificación del gobierno en turno, Leguía no solamente había disuelto el Congreso y formado otro, sino que también modificó la Constitución según sus intereses, la Constitución de 1920, ampliaba el periodo presidencial de 4 a 5 años. Y entre los años de 1929 y 1930, unido al Congreso estudiaba una cuarta reelección.
La caída del gobierno de Leguia se produjo como consecuencia de la crisis mundial debido a la caída de la bolsa de valores de Nueva Cork en 1929, produciéndose la quiebra de importantes transnacionales que obligaron a cerrar a los enclaves en Latinoamérica.
Para ello Leguía da un golpe de Estado el 4 de julio de 1919, apoyado por el coronel Gerardo Álvarez, entre las principales acciones estuvieron: se toma preso a José Pardo y es deportado a Europa, Leguía toma la presidencia en forma provisional, disuelve el Congreso de la República y forma un nuevo congreso llamado “La Asamblea Nacional”, la que a su vez lo elige presidente constitucional el 2 de octubre de 1919.
A este segundo gobierno de Leguía nosotros lo conocemos como el “Oncenio”, por el tiempo que corresponde a su presidencia (1919-1930). Pero Leguía lo denominó en su momento como el gobierno de la “Patria Nueva”, la cual se caracterizaba por ser una dictadura, inclusive formó su propio partido político denominado “Leguiísmo”.
En el plano político, se produce la penetración de capitales norteamericanos en forma de emprésitos creando una bonanza pasajera, se crea el banco de la Reserva, el Banco Central Hipotecario, se crea el estanco del alcohol, naipes y fósforos.
Las obras públicas, tuvieron como punto de motivación la celebración del centenario de la independencia del Perú (1821-1921), para ello el gobierno modernizó la ciudad capital (Plaza San Martín, Palacio Arzobispal, la avenida progreso, hoy Venezuela y la Unión, hoy Argentina; etc.), como también recibió regalos y donaciones de diversos países (los alemanes obsequiaron la torre del reloj del parque universitario; los italianos el edificio para el Museo de Arte Italiano; los ingleses el antiguo estadio de madera; los japoneses el monumento a Manco Cápac en la Victoria; los chinos una fuente en el parque de la Reserva; los belgas un monumento al trabajo; los franceses una estatua a la libertad, los españoles un arco morisco, etc.
Aunque se dieron también obras fuera de la ciudad capital, fueron muy pocas, así tenemos las obras de irrigación en Cañete, Lambayeque y Arequipa. Hay que considerar de manera especial, la Ley de “Conscripción Vial” otorgada durante su gobierno, la cual tenía como objetivo la construcción de diversas carreteras en el país. Según dicha ley, todo ciudadano entre los 18 a 60 años, se encontraba obligado a trabajar entre 6 a 12 días al año en la construcción de carreteras, lamentablemente dicha ley terminó siendo basa de una gran explotación indígena.
Acciones negativas en el gobierno del Oncenio, se dieron en lo que concierne al aspecto internacional.
Se produce la solución del problema de la Brea y Pariñas, siendo este arreglo perjudicial para el Perú. La explotación del petróleo por parte de la London Pacific pasó a manos de la Internacional Petroleum Compay, mediante el Laudo de Paris (1924).
Se firma el Tratado Salomón - Lozano (1922), siendo de carácter de secreto, en donde el Perú entregó a Colombia 120,272 Km. Cuadrados (Trapecio Amazónico) y Colombia nos da el Triángulo de los Sucumbios, el cual pasa a poder de Ecuador en 1942.
Se firma además el Tratado Rada – Figueroa (1929), por el cual se pierde Arica de manera injustificada, ya que no se hizo el plebiscito y lo único que se logró fue recuperar Tacna, además Perú recibía por tal situación, seis millones de dólares por parte de Chile.
Durante el Oncenio también surge la preocupación por el campesino, es así como el gobierno y mediante la Constitución de 1920, reconoce a las “Comunidades campesinas” y presenta como tarea del Estado la protección de la raza indígena. Además cabe mencionar que en dicho período comienza a darse el movimiento cultural “Indigenista”, de manera especial en la UNMSM. específicamente en Artes, Literatura, Historia, pero de manera especial en Arqueología, personaje clave es el Dr. Julio Cesar Tello Rojas, quien había descubierto académicamente a la Cultura Chavín (1919), sustentando la teoría que la cultura nació y se desarrolló en nuestro territorio.
Para finalizar cabe mencionar, que además en el Oncenio aparecen los primeros Partidos Políticos de masas. El primero en aparecer fue el Partido Socialistas (1928), bajo la figura de José Carlos Mariategui; el cual estaba conformado por gente obrera y proletariado, el cual luchaba contra el capitalismo extranjero, que se hacia presente gracias al gobierno de Leguia, la principal obra del fundador de este partido es sus “Siete Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana”. El segundo partido fue la Alianza Popular Revolucionaria Peruana – APRA, que aunque había nacido en 1924 en México, institucionalmente en el Perú se presenta en el año de 1930, su fundador fue el trujillano Haya de la Torre, partido que estaba compuesto por campesinos, obreros, intelectuales y clase media, la obra principal del fundador es “El Anti imperialismo y el APRA”.
Durante el Oncenio, las Constituciones formaron parte de la justificación del gobierno en turno, Leguía no solamente había disuelto el Congreso y formado otro, sino que también modificó la Constitución según sus intereses, la Constitución de 1920, ampliaba el periodo presidencial de 4 a 5 años. Y entre los años de 1929 y 1930, unido al Congreso estudiaba una cuarta reelección.
La caída del gobierno de Leguia se produjo como consecuencia de la crisis mundial debido a la caída de la bolsa de valores de Nueva Cork en 1929, produciéndose la quiebra de importantes transnacionales que obligaron a cerrar a los enclaves en Latinoamérica.
El 22 de agosto de 1930 se sublevó el comandante Luís M. Sánchez Cerro, mientras que en Lima Leguia era obligado a dejar el poder, ante una Junta Militar a cargo del general Manuel Ponce. Sánchez Cerro ya en Lima formó una nueva Junta Militar el 27 de agosto de 1930.
Pedro P. Soto Canales
Profesor de Historia del Perù
Universidad Catòlica Sedes Sapientiae
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